domingo, 27 de febrero de 2011

¡Oh, Jerusalén!


Ven a mí, Jerusalén, envuélveme con tu luz. Te he esperado tanto tiempo. Ciudad soñada. Me acercaré a ti desnuda, sin más ropajes que la fe. Caminaré entre tus gentes, sabiendo que vuelvo a casa. Pero vísteme de ti. Cúbreme de sedas, cíñeme con oros, cálzame con flores. Perfumes, joyas y manjares celebrarán nuestro reencuentro. Abrázame fuerte. Acaríciame. Bésame. Tengo sed. Abre las puertas del palacio de cristal. Deja que la arena del desierto entre. ¡Mmmmmmm! Huelo a tierra caliente. A pan recién hecho. Siento tu aliento acercándose. No, no te pares. Eres todo para mí. No tengo miedo. Mañana no existe. Ayer ya pasó. Ahora estás junto a mí ... La brisa agita las nubes, juguetea con los velos, revuelve mi pelo. Sí. Eres tú. Atrás quedó la angustia. Y el sol gira alrededor nuestro. Su luz cálida llena de color las estancias. Has venido a buscarme. Soy feliz. Es mi hora. Entra por las ventanas el olor de las rosas del jardín, y de los jazmines,.. y de la albahaca... Quema el amor, pero su luz tan blanca me calma. Dulce abandono. El ruiseñor canta. Oigo la música del piano, melodías irisadas. Siento el viento sobre mi piel, aplacando mi llama, tu voz susurrándome al oído: "Ya siempre juntos, hasta la eternidad." ..................................................Dormir. Vivir. Dormir. Vivir. Dormir. Dormir. Dormir. Dormir.........................................................................................................
Jerusalén ha entrado en mí. El tiempo pactado llegó. Cumplió su alianza.


sábado, 26 de febrero de 2011

El adiós.

Mirando hacia atrás sin ira,
hoy puedo recordar
todas las horas que te di,
todos los días que compartí,
todos los años que malgasté
con tu  desprecio.                    
                                                             
Mirando hacia atrás sin ira,
hoy puedo afirmar
que las personas valen por sus silencios,
que tus palabras nunca me ofendieron,
y que fui yo quien me herí.
Me herí al darte mi tiempo.

¡Qué absurdo!                                                                 

Y hoy has muerto.
Hoy has muerto y, contigo,
muere tu desprecio,
tu ingratitud
sin afecto.
Infinito
es demasiado tiempo.
Pero infinito es el amor
y mi silencio.
Horas, días, años.
¿Cuánto amor es eso?
¿Cómo se mide el tiempo?
Yo lloro por la amiga que se ha muerto,
y en el vacío de tu nombre,
mi dolor se hace eterno
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Nada.
No queda de ti nada.
Ni quedan buenos recuerdos.
Tu herencia es el borrador
de un mal sueño.
Sonata inacabada
de un mal proyecto.
Retrato
que borra el tiempo.