Ven a mí, Jerusalén, envuélveme con tu luz. Te he esperado tanto tiempo. Ciudad soñada. Me acercaré a ti desnuda, sin más ropajes que la fe. Caminaré entre tus gentes, sabiendo que vuelvo a casa. Pero vísteme de ti. Cúbreme de sedas, cíñeme con oros, cálzame con flores. Perfumes, joyas y manjares celebrarán nuestro reencuentro. Abrázame fuerte. Acaríciame. Bésame. Tengo sed. Abre las puertas del palacio de cristal. Deja que la arena del desierto entre. ¡Mmmmmmm! Huelo a tierra caliente. A pan recién hecho. Siento tu aliento acercándose. No, no te pares. Eres todo para mí. No tengo miedo. Mañana no existe. Ayer ya pasó. Ahora estás junto a mí ... La brisa agita las nubes, juguetea con los velos, revuelve mi pelo. Sí. Eres tú. Atrás quedó la angustia. Y el sol gira alrededor nuestro. Su luz cálida llena de color las estancias. Has venido a buscarme. Soy feliz. Es mi hora. Entra por las ventanas el olor de las rosas del jardín, y de los jazmines,.. y de la albahaca... Quema el amor, pero su luz tan blanca me calma. Dulce abandono. El ruiseñor canta. Oigo la música del piano, melodías irisadas. Siento el viento sobre mi piel, aplacando mi llama, tu voz susurrándome al oído: "Ya siempre juntos, hasta la eternidad." ..................................................Dormir. Vivir. Dormir. Vivir. Dormir. Dormir. Dormir. Dormir.........................................................................................................
Jerusalén ha entrado en mí. El tiempo pactado llegó. Cumplió su alianza.