sábado, 22 de octubre de 2011

Pensamiento I: Amar o morir.

Sólo cuando cae la noche me doy cuenta de que no hay ningún refugio al que huir. El brillo de tus ojos al mirarme fue el reflejo de las estrellas fugaces que, justo antes de morir, dan un último resplandor, un último intento de aparentar que, lo que pudo haber sido y no fue, en realidad, sí existió. Y es entonces cuando siento la soledad del amante. La estela fugaz desaparece. Y, después, nacida la desnuda oscuridad, mi único espacio real, desprovista ya de su disfraz de luz y de mi antifaz de ilusión, se presenta ante mí, victoriosa: de ahora en adelante, nada me podrá separar de ella, ni del conocimiento de la verdad. Como eterno árbol del conocimiento a la espera del último sol que deje paso a la gran ciudad prometida, así  seré yo al caer la noche: la vida después de ti.

Los funerales de Atala (Louis Girodet-Trioson, Francia, 1768-1824)
Foto procedente de http://quijotediscipulo.wordpress.com/

1 comentario:

  1. La muerte o el sueño, la memoria dolorosa de la nada justo al dibujarse el alba.

    Adorable la tela que has elegido.

    Me alegra haber llegado hasta aquí.

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